Sobre el enojo

Del enojo,
de la rabia,
escupen mis palabras lo que en mi interior pienso.

Aislamiento es lo que quiero,
de ésta sensación de no poder comunicar de manera efectiva
lo que siento.

Frustración experimento,
al ver cómo se derrumban los constantes intentos de mejorar,
y fallar.

Porque es cuando dejamos que invadan en nuestro interior,
las palabras del exterior,
cuando se pierde el control.

Y sube la cólera,
el corazón se acelera,
la piel se tensa,
la mirada se agudiza,
y cada partícula de tu cuerpo comienza a gritar.

Te está pidiendo que te entregues a esa furia salvaje,
que muy bien sabes que ni a ti ni a nadie le hará bien.

Y hay veces en que se logra bajar y desacelerar las palpitaciones,
controlar y domar aquello que buscaba ser expulsado.

Y hay otras veces que no.

Y se explota,
y la irracionalidad comanda por unos segundos tu vida.

La clave está en el aprender,
ahí, en la explosión,
a manejar ese enojo, y traer todas tus partículas corporales de vuelta,
a tu posesión.

Y es así cómo se aprende, y se va aprendiendo
-porque es un largo camino que nunca se detendrá-
a manejar las emociones.

A taimar esos pensamientos y seres indomables que nos habitan,
que a veces necesitan salir para que podamos aprender a controlarlos.

Como todo en la vida,
sólo la experiencia es capaz de permitirte la maestría de las cosas.

Nadie es perfecto,
todes estamos en constante desarrollo personal.

-c.mon